Según el libro «Maranchon (mi pueblo)» de Nicanor Fraile, se sabe que en 1881 se aprobó la venta de un área propiedad del Ayuntamiento llamada “Juego de Pelota” y una mejora del actual edificio. Un año después de la firma del documento, en 1882, se llevó a cabo una mejora de gran envergadura del edificio que hoy es el Ayuntamiento de Maranchón, se elevó una o dos plantas del actual edificio llamado por aquel entonces “Casa Capitular”.

Tan importante fue aquella modificación que podemos apreciar un azulejo situado en la fachada del edificio que hace referencia a aquel año conmemorativo en la Historia de Maranchón.

Torre del Reloj
Torre del Reloj

En esta fecha citada anteriormente (1882) la Torre del reloj de Maranchón ya estaba construida gracias a un documento datado en 1884 que cita “tiene adyacente al edificio principal un corralito y la torre del reloj”. Existía pues a finales del XIX un reloj para todas las maranchoneras y maranchoneros de la época, pero no estamos hablando del reloj que vemos a lo lejos, de gran tamaño con ese tono rojo y sonido característico de nuestro pueblo, sino, otro reloj que anteriormente estaba situado en la iglesia.

El actual reloj de la torre fue diseñado y construido por DOMINGO MARTINEZ RUBIO nacido en Peralejos de las Truchas, Guadalajara, no se sabe fecha exacta de su instalación pero tuvo que ser antes de 1892 ya que fue la última obra en la torre, podemos decir en líneas generales que el reloj actual se instaló a finales del siglo XIX, ¡¡unos 120 años en servicio!! Como curiosidad, este mismo hombre construyó la verja del Altar Mayor de la ermita.

Las características principales de la Torre: tiene 22,5 metros de altura y está hecha de mampostería de piedra y cal, el último tramo tiene sillares rectangulares tallados en los esquinazos in situ por un tal “tió Ranero”. El Reloj tiene más 9 metros del  armazón (cuerpo) y el chapitel, más conocido popularmente como “caperuzo”, el chapitel termina en una cruz como para-rayos con una veleta, que han llevado en más de una ocasión los rayos al suelo mediante un cable que baja en la cara este de la Torre. Si sumamos la Torre y el Reloj su altura total es de unos 31,5 m.

Como curiosidad, el edificio se ha utilizado para servicios públicos como Telégrafos en la planta baja donde trabajaban y vivían “las Franciscas” era la centralita del pueblo donde se comunicaban todos ellos gracias al servicio de éstas que iban a buscar a casa al receptor de la llamada. El local actual de La Caixa antes era un pequeño almacén con entrada por dentro del hall donde se guardaban entre otros, los instrumentos y cabezudos. Más tarde fue la farmacia del pueblo y ahora una vivienda privada.

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