¿Cuánto me quieres? De aquí a Júpiter ; ¿Cuántos besos te voy a dar? De aquí a
Júpiter … siempre contesta con una gran sonrisa . Felices, madre e hija, juegan rodando por
el suelo a hacerse cosquillas mientras sus risas invaden la habitación. A veces, en la ventana,
juegan a adivinar qué ave canta en aquella secuoya; otras, se asoman a la alameda y
apuestan por el abuelo ganador a la petanca. Realmente están siendo días felices.

Al fondo se oyen pasos acercándose… – ¡ Shhhh, silencio cariño!

Una pareja entra en la habitación.

– En este momento se encuentra estable, si despierta del coma podremos valorar sus
daños cerebrales . La mujer, mientras escucha al doctor, observa a su madre tendida en la
cama del hospital; su piel cetrina contrasta con su expresión facial ausente que dibuja una
extraña sonrisa. En su mano aún sujeta la foto en la que posan las dos, disfrutando de uno de
tantos veranos felices en el pueblo. Tras un beso en la frente, se marcha con la esperanza de
poder recuperar a su madre algún día.

– Mamá, ¿se fueron ya? ¿puedo salir del escondite? …

Nines Fernández Rodríguez

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