Publicado en «El Boletín de La Migaña»  en Julio 2015.

En la Península Ibérica, habitualmente, las alfombras han formado parte de la decoración debido al influjo de las costumbres de la cultura musulmana establecida en al-Andalus. De hecho la denominación de alfombra viene del árabe alkhumra o estera en sentido amplio.

Las alfombras se confeccionan a partir de una urdimbre que consiste en una serie de hilos longitudinales dispuestos en un telar vertical. Generalmente, son hilos de lana de oveja, pelo de cabra o algodón formados por varios cabos torsionados, para mantenerse resistentes en el cruzamiento del hilo de la trama, que es una serie de hilos transversales que se entrecruzan al inicio del trabajo y entre diversas filas de nudos. Los hilos de trama solían ser de lana hasta el siglo XVI y luego de lino o yute, sobre todo en los talleres de Cuenca y Madrid.

Taller artesanal de Alfombras en Maranchón

El comienzo de una alfombra se realiza mediante varias pasadas de trama y, a continuación se inicia el anudado.

Los tipos de nudos usados en el tejido de las alfombras son: el nudo persa o senna que rodea un hilo de urdimbre y pasa por detrás del siguiente (este tipo de nudo no llegó a utilizarse en España); El nudo turco o Ghiordes. La característica típica de este nudo es que el lazo se anuda abrazando las dos urdimbres y sale por el medio de ellas, es decir que el trozo de hilo que se emplea para enlazar, gira alrededor de las dos urdimbres. Por eso, este tipo es de una resistencia mayor que el nudo persa pero, por su forma, da una raíz más gruesa al nudo y la consecuencia es que la alfombra sale más vasta. Este tipo de nudo a menudo se realiza utilizando unos ganchos. El nudo sencillo o español envuelve un solo hilo de urdimbre y deja libre el siguiente. Es decir, anuda los hilos pares en una fila y los
impares en la siguiente. Este nudo ha sido empleado en las alfombras españolas confeccionadas a mano y permite confeccionar alfombras con diseños extremadamente detallados. Sobre una fila de nudos y la siguiente hay una pasada de hilos de trama. Tanto los nudos como los hilos de trama se presionan con un peine para sujetarlos bien y evitar que se deshagan.

Los centros principales de ejecución de alfombras en la Península Ibérica fueron Chinchilla, Alcaraz, Liétor y Letur, en la provincia de Albacete; En Levante, Valencia; Cuenca y Madrid. En las dos Castillas, también fueron centros destacados Sigüenza y Almazán. De hecho, según algunas citas, en Sigüenza se conserva un taller entero, del siglo XVIII, en desuso, con su bastidores y rollos de madera, y sus baños para el tinte.

Dependiente de una de las fábricas de Sigüenza se abrió un taller de alfombras en Maranchón que se mantuvo en funcionamiento durante nada menos que 11 años. Estaba ubicado en la calle Real en la planta superior de la casa en la que ahora viven Amancio y Ascen. Un buen número de alfombras concebidas por la diseñadora Maravillas fueron materializándose en las hábiles manos de Ma Jesús y Josefina Albacete, Ma Carmen de Diego, Ma Luisa Sacristán, Angelines Aparicio, Mauri Mallén o Pilar Atance que trabajaron en el taller a lo largo de los años aunque en diferentes
periodos.

Utensilios Alfombras

Utensilios Alfombras

Utensilios Alfombras 2

Utensilios Alfombras

Las alfombras que se confeccionaban en este taller estaban hechas en nudo turco y nudo español. Desde Maranchón, a través del correo eran enviadas a Sigüenza donde se encontraba la fábrica original y desde allí se vendían y distribuían a los destinatarios finales. Algunas de las alfombras elaboradas en nuestro pueblo fueron a decorar los suelos de la Diputación Provincial de Guadalajara o del Gobierno Civil.

La fabricación artesanal de alfombras en España ha caído en desuso en buena medida debido a los importantes costes que suponía la contratación de personal para hacer, por ejemplo, unidades de más de 50.000 nudos por metro cuadrado, lo cual no es mucho teniendo en cuenta que las alfombras persas pueden tener hasta 1.000.000 de nudos por metro cuadrado. También resultaba extremadamente caro la obtención de tintes naturales que han sido prácticamente sustituidos por tintes industriales o anilinas bastante imperfectos.

Angelines Aparicio ha tenido la amabilidad de facilitarme las fotos que acompañan este artículo en las que se muestran algunas de las herramientas que utilizaban para la realización de su trabajo, así como una de las alfombras fabricadas
en Maranchón.iglo

Autor: Ana Cristina Fraile García.

Publicado en «El Boletín de La Migaña»  en Julio 2015.

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